Los cierres de oficinas en la territorial extremeña de Ibercaja podrían reducirse a alrededor de una veintena, frente a los 32 inicialmente previstos. Al menos esta fue la propuesta que la entidad trasmitió ayer a los representantes de los trabajadores en la, en teoría, última reunión del periodo de consultas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por este banco, que tuvo lugar en Zaragoza. No obstante, al cierre de esta edición aún seguían los encuentros, por separado, con las distintas secciones sindicales. Fuentes de la representación de los trabajadores subrayaban, además, que la reducción de los ajustes se les había trasmitido solo verbalmente.

Otra de las propuestas que la empresa puso encima de la mesa ayer fue la de un número «ilimitado y sin justificar» de movimientos de personal de hasta cincuenta kilómetros —frente a los 25 recogidos por convenio— y que podrían afectar a cualquier trabajador, cerrase o no su oficina.

Igualmente, Ibercaja también ofreció un plan de recolocación para 20 de los trabajadores despedidos en Badajoz, a través de una empresa de back office que trabajaría para varias entidades financieras.

En un principio, el ERE comunicado por Ibercaja contemplaba la amortización de 686 puestos de trabajo en todo el grupo financiero, de ellos 145 en la territorial extremeña, y el cierre de 160 oficinas.