El camalote o jacinto de agua está considerada la especie más dañina para Extremadura por los estragos que está originando en el Guadiana desde hace más de una década (provoca daños en la flora y en la fauna autóctona a través de la eutrofización de las aguas al absorber el todo el oxígeno). Se estima que esta planta exótica que se podía comprar antes fácilmente en tiendas y que era una planta de típica ornamental, llegó al río por una manipulación incorrecta. Desde 2016 está incluida en el listado oficial de especies invasoras de la Unión Europea, lo que abrió la puerta a que el Gobierno Central pudiera poner en marcha las medidas necesarias para eliminar la planta. Solo en el último año se han retirado más de 150.000 toneladas de camalote del Guadiana en los distintos tramos afectados y se han invertido millones de euros en su erradicación, aunque es bastante improbable que se puede llegar a eliminar la planta al 100% porque las esporas resisten entre la vegetación para reproducirse cuando se dan las circunstancias,