El actor protagoniza con Kitty Manver ´Humo´, la historia de la ruptura de una pareja: un marido que ayuda a otros a abandonar el tabaco y una esposa periodista

Juan Luis Galiardo no puede hacer varias cosas a la vez. "Esa sabiduría se la quedó Rodríguez Ibarra en Extremadura, y Miguel Murillo, y Paco Suárez", dice mientras prepara la maleta para viajar en el AVE de Madrid a Zaragoza. Allí presenta su última película, Miguel y William . Galiardo actúa, claro, cuando habla. Actúa y a la vez dice lo que quiere decir: que no puede atender mientras hace la maleta. Todo lo hace con aspavientos teatrales tan propios suyos y tan difíciles de reproducir por escrito. Al fin y al cabo es actor (y ahora también productor) y de las dos maneras viaja hoy a Mérida, donde presenta Humo , de Juan Carlos Rubio.

--¿Usted fuma?

--Fumaba. Dejé de fumar hace tiempo, aunque ahora me veo obligado a fumar algo en el escenario. En su momento, intenté dejarlo varias veces y por varios caminos, y sólo la voluntad lo hizo posible.

--En Humo , se habla de la vida de un matrimonio que también se desvanece.

--La vida es en muchos casos como el humo. Va y viene. Les ocurre igual a los aficionados al fútbol. Unas semanas ganan y otras pierden.

--Su personaje vive de la apariencia. Difunde un método para dejar de fumar pero fuma.

--Es la paradoja que refleja esa frase de haz lo que digo, no lo que hago . ¿Pero importa mucho que el Papa crea en Dios? ¿o que los socialistas crean en lo que dicen? Lo que importa es lo que uno cree no lo que creen otros.

--Hicieron pruebas en Badajoz para seleccionar el reparto de Humo .

--Seguí el consejo de Murillo (autor teatral extremeño), que me dijo que había una nueva y buena generación de actores. Y lo hicimos en el teatro López de Ayala, donde yo inicié mis andaduras teatrales en funciones escolares cuando estudiaba con los maristas. Así que también ha sido un homenaje a mi infancia, a esa ciudad en la que discurrió una parte de mi vida.

--Ha equiparado su trabajo teatral al de una terapia.

--Lo ha sido desde que mi vida, que se había convertido en una huida hacia adelante, dio un giro profesional. Entonces actuar se convirtió en una terapia.

--Se le acumula el trabajo. Ha estrenado Miguel y William , y en unas semanas aparecerá como Fidel Castro. ¿Cómo afronta interpretar personajes reales?

--Es una tarea hermosa porque pongo algo de mí en ellos. Pero en esto cumplimos un destino. Uno decide poco. Yo lo que he decidido es ser buena gente. El resto lo ha marcado el destino, el momento en que uno vive. Ahora me toca hacer esto y lo hago; eso sí, mejor que antes.

--También es productor.

--Pero soy cooperativista. No actúo individualmente. Me gusta trabajar en equipo. La vida es una cadencia de esfuerzos humanos.