La Consejería de Sanidad y Dependencia tiene ante sí el reto inmediato de gestionar el previsible aumento de casos de la gripe A. Su titular, María Jesús Mejuto, se esfuerza en transmitir un mensaje de tranquilidad y de previsión por parte del Servicio Extremeño de Salud. En este sentido, y aunque no se espera que sea necesario, se han triplicado los recursos en las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales de la comunidad.

En esta entrevista, Mejuto no solo habla de la gripe A, sino de los problemas generales de la sanidad de la región y de la aplicación de la Ley de Dependencia.

-- ¿No cree que se ha alarmado en exceso con la Gripe A?

-- Yo no creo que fuera la intención de nadie el alarmar, pero el miedo es libre y cuando al principio este fue un asunto constante en medios de comunicación, e incluso se llegó a hablar de pandemia, se hizo. La intención, creo, era informar, ser transparente y transmitir tranquilidad, pero el problema es que cuando das información, y aún más en un asunto así, no es fácil saber hasta dónde has de llegar, pues si no informas la gente está intranquila, si informas creas alarma...

-- ¿Prevé que ponga en situación difícil a los centros de salud y las urgencias de los hospitales? ¿Qué escenario maneja?

-- La previsión es que tengamos una incidencia dentro de unas tasas normales, semejantes a las que habitualmente se registran de gripe estacional, de la que el año pasado tuvimos 190 casos por 100.000 habitantes y ha habido años en los que en alguna semana se han llegado a alcanzar los 300-400. Yo creo que va a estar dentro de los índices normales, pero no obstante, y en previsión de que se supere lo estimado, pues por la inquietud que existe en la población puede haber una mayor demanda, hemos hecho una preparación adecuada de recursos y medios para poder atenderla. De todas formas, haremos todo lo posible para intentar transmitir tranquilidad y tratar de evitar una posible sobrecarga asistencial.

-- El ministerio dio instrucciones a las comunidades para que equiparan las UCIs de los hospitales ante esa posible avalancha. ¿Están ya dotadas las de la región de los medios necesarios?

-- Si nos basamos en los hechos, es cierto que estamos hablando de una enfermedad contagiosa, pero también que la gran mayoría de los casos van a ser banales, que un porcentaje mínimo va a resultar ingresado y que una parte de ese porcentaje mínimo va a ocupar nuestras UCIs. Pero como hay que estar preparados para lo peor, efectivamente el ministerio hizo una previsión de material, sobre todo de las UCIs, y haciendo especial incidencia en los respiradores. En Extremadura hemos hecho una previsión de 50, adquisiciones con las que hemos duplicado el número de respiradores que teníamos en la comunidad, y además, en lo que es la dotación general, podemos decir que se van a llegar a triplicar los recursos de cuidados intensivos que tenemos en la comunidad.

-- Y todo ello financiado ¿por?

-- El ministerio nos ha hecho una propuesta de firma de convenio para la financiación de todos estos nuevos recursos al 50%.

-- Y para una posible necesidad de más profesionales, ¿también se está preparado?

-- A la hora de gestionar una posible pandemia, si hay una sobrecarga en la demanda, son fundamentales no solo los médicos, sino todo el personal, sanitarios o no sanitarios, que trabajan en la institución, siendo Enfermería, además, un elemento clave, un recurso fundamental que aquí tenemos. Y todos están dispuestos para reforzar y apoyar en caso necesario.

-- Todo el personal es necesario, por supuesto, pero lo cierto es que lo que le llega a los ciudadanos, no solo ahora, es que faltan médicos en Extremadura.

-- Hacen falta en toda España, incluso en todo el mundo. De todas formas, y así lo refleja el estudio sobre profesionales sanitarios en España, en Extremadura, salvo puntuales excepciones, tenemos en términos globales una dotación de médicos suficiente. Es cierto que la comunidad tiene unas características especiales de dispersión geográfica, y una distribución de esos recursos humanos en el territorio, heredada del antiguo Insalud, poco adecuada. Son realidades que están ahí, no las podemos obviar, y aunque tenemos los recursos hay que reconocer que su distribución no es buena. Es algo que estamos intentado cambiar, pero que necesita tiempo.

-- Asegura que hay suficientes, pero ¿también de especialistas?

-- Plazas titulares de Primaria tenemos muy pocas sin cubrir, el hueco de plazas vacantes lo tenemos en Atención Continuada. Y en cuanto a especialidades, hay aún necesidades, en algunas áreas, de anestesia, ginecología, dermatología, oftalmología y pediatría, que es de la que más escasez tenemos. De todas formas, y aunque la percepción del ciudadano puede ser distinta y percibir que no se le da inmediatez, desde la Administración consideramos que lo realmente urgente o preferente sí que se atiende y se le da cobertura, aunque algunas veces, pues nadie es perfecto, pueda haber fallos.

-- Quizá con una mayor oferta de plazas MIR se podría superar el déficit en años próximos, ¿no?

-- Ha habido un aumento importante. Estamos ya en 155, y el problema es que no hay capacidad para más. Tenemos que formar a médicos de calidad, y si sobresaturamos servicios no se les podría formar bien. Por eso tenemos que dimensionar bien los recursos, pues no se trata solo de formar por formar. Y además, hay que tener en cuenta que el déficit está ahora mismo, y que lo que tenemos que hacer es ver la proyección a cinco o seis años, porque si no hacemos una dimensión muy estudiada de los médicos que estamos formando corremos el peligro de pasar de un extremo a otro, de tener dentro de unos años muchos médicos en paro.

-- ¿Alguna solución inmediata?

-- Ya está en marcha una, el registro de profesionales, que nos permitirá conocer la dimensión real de las necesidades, algo fundamental. Y para otra que creo también muy importante, el fidelizar, vamos a dar los pasos necesarios, que no es otro que el de cumplir el compromiso de convocar anualmente oposiciones de traslados y, cada uno o dos años, de OPE.