El reencuentro del Cristo Resucitado con su Madre puso fin a la Semana Santa de Badajoz; fue la última procesión de la Hermandad de Cofradías y Hermandades de la ciudad. En esta ocasión, cada paso hace un recorrido individual desde la iglesia hasta San Juan, donde se produce el encuentro entre el Resucitado y su Madre y desde donde continúan juntos.

Salió a las 00.30 de la madrugada de ayer del Real Monasterio de Santa Ana y recorrió las calles de la ciudad ante miles de personas que aguardaron su paso por todo el itinerario previsto, con entrada a la recuperada Carrera Oficial entre la 1.45 y las dos de la madrugada, en un ambiente de recogimiento, y a la vez festivo, en el campo de San Juan, o plaza de España.

El Domingo de Resurrección concluyó así esa misma madrugada con la procesión de la Cofradía de Nazarenos y Costaleros de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima Madre de la Iglesia, Virgen de la Aurora, fundada en el año 1982, saliendo en una primera etapa con el Resucitado de la iglesia de San Andrés.

Antes salía en procesión la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Consolación, fundada en 1605, y posteriormente, en 1954, lo hizo el Cristo de la Victoria y la Virgen de la Paz.

COSTALEROS Y BANDA El desfile lleva dos pasos con 40 costaleros el Cristo y 36 la Virgen, 65 nazarenos y acompañados por la Banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo Rey de Badajoz. Durante todo el recorrido se vio una multitud que creció al llegar a la plaza de España, donde se celebra el encuentro del Cristo y la Virgen.

Pero aparte de éste, otro momento especial fue el del saludo del Resucitado a la Soledad, la patrona de Badajoz.

Esta es una cofradía sencilla enclavada en el marco histórico de un conventual presidido por la Virgen de las Virtudes y el Buen Suceso, antigua patrona de la ciudad. Destaca el entusiasmo de la hermandad y el apoyo de las religiosas de Santa Ana.

Con este desfile, la Semana Santa de Badajoz cierra su programa de procesiones, y con dos objetivos para el futuro, sumar a la declaración de Interés Turístico Regional el de Interés Turístico Nacional y organizar la procesión de la Ultima cena , la única secuencia que queda pendiente de incorporarse a la escenificación de la Pasión de Jesús.