La tragedia que se vivió en Casas de Millán el pasado sábado la vivió muy de cerca la familia de Domingo Cordero, en especial su hijo Carlos. Todos, su mujer y sus hijos, presenciaban el encierro y vivieron la suelta del toro que acabó con su vida, pero Carlos fue una de las personas que le sacó de la plaza.

"Cuando apretaba sus heridas para que no sangrara sabía que era muy grave, veía como se le iba la vida sin poder creer que aquello le estuviera pasando a mi padre".

Y es que Carlos asegura que su padre, al igual que toda su familia, era muy aficionado a los festejos taurinos, pero sólo como mero espectador. "Le gustaba mucho estar en la plaza, pero sólo para ver, por eso resulta más difícil de aceptar. Si hubiese sido amigo de correr delante de los toros o saltar a la plaza para torear, quizá no sería tan difícil de sobrellevar una muerte así, pero ...".

A Carlos se le enmudece la voz y las lágrimas le ahogan a cada instante mientras recuerda lo sucedido: los gritos en la plaza, el momento en que alguien le dijo que el herido era su padre, cuando le vio envuelto en sangre, el traslado en sus brazos, las largas horas en el hospital...

Difícil de aceptar

No consigue olvidar, pero se mantiene sereno, en todo momento salvo cuando comenta: "Siempre he sido muy aficionado a los encierros, pero después de lo vivido no quiero volver a oír hablar nunca más de toros, no quiero saber nada de toros".

Lo dice con rotundidad, pues insiste en que no es fácil aceptar que a un hombre que nunca se arriesgó poniéndose delante de un toro le haya matado uno, "es algo difícil de superar, algo que estoy seguro nos marcará a toda la familia toda la vida".

Al futuro le pide sólo poder olvidar lo sucedido, que asegura tiene destrozada a toda la familia, pero no a su padre. "No quiero olvidar a mi padre, y por eso hago yo ahora todo lo que él hacia, voy al campo, a su huerto..., porque es una forma de estar con él".

También tiene palabras de agradecimiento para las autoridades y vecinos de su pueblo, donde le gustaría que se hiciera algo para recordar a su padre, "para que nunca se olvide a un hombre que era buenísimo con todos". Asegura que todos se han portado muy bien con toda la familia, y ahora le gustaría que hicieran lo mismo con la memoria de su padre, "no por lo que ha pasado, sino porque se lo merecía".