Emilio Hermosa se enteró de que su hija Sandra de 21 años estaba herida por sus amigas: "Ella las llamó porque le daba miedo decirme lo que le había pasado". Entonces comenzaron la inquietud y los nervios para su familia, que inmediatamente se puso en camino hacia el hospital de Plasencia. Emilio recordaba ayer esos primeros momentos: "Nos llevamos un susto grandísimo. No te da tiempo a reaccionar, sólo coges las llaves del coche y corres".

Sandra iba a pasar unos días de vacaciones en Vigo con familia y terminó con golpes y el tabique nasal desplazado, por eso su madre no paraba de llorar. Su inteción era llevarse a Sandra a Badajoz para estar más cerca de casa y la de Emilio "pedir un informe a la Guardia Civil para saber qué ha pasado".