Los nueve trabajadores de la mina Presur en Cala, perteneciente a la SEPI, continúan con el encierro que iniciaron este fin de semana en una galería de 50 años de antigüedad a 1.200 metros de profundidad como muestra de rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) que hoy se pone en marcha.

Uno de los portavoces de los trabajadores, Santiago Largo, explicó a Efe que, una vez ejecutado ayer el ERE, a partir del próximo día cinco los 30 trabajadores afectados por este expediente --una veintena de ellos extremeños-- dejarán de pertenecer a la empresa al no aceptar ni la indemnización por despido ni ser recolocados en otra mina.

No obstante, según explicó Largo, existían rumores de que a última hora de ayer se podrían poner en contacto los representantes de la empresa con los mineros para tratar de llegar a un acuerdo.

En caso contrario, señaló el portavoz de los mineros encerrados, algunos trabajadores más se plantearían sumarse a esta medida de protesta de manera indefinida.

Presur se constituyó a mediados de los años 80 después de que el Estado se hiciera cargo de las instalaciones tras abandonarlas una empresa privada y se ha dedicado hasta ahora a la extracción de cobre, magnetita de hierro y grava para carreteras.

Esta es la única empresa del sector minero que mantiene su actividad económica en la provincia de Huelva en estos momentos.