El corredor integrado por Plasencia, Trujillo, el Parque Nacional de Monfragüe y la dehesa extremeña ha dado un paso más para ser declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. El Consejo Nacional de Patrimonio Histórico ha decidido incluir la candidatura que une a estos enclaves en la lista indicativa , el paso previo a la presentación oficial de la candidatura a la Unesco.

Tras la propuesta de los Ayuntamientos de Plasencia y Trujillo, la Junta decidió apoyar esta candidatura y presentarla en el consejo, celebrado el martes en La Rioja. Allí la ha defendido la directora general de Patrimonio Cultural, Esperanza Díaz, al resaltar que estos enclaves "configuran un paisaje cultural de primer orden, que une dos ciudades declaradas conjuntos históricos junto al Parque Nacional de Monfragüe", subrayó.

La Dehesa Extremeña también está incluida en esta candidatura porque según el director del expediente, Javier Pizarro, "Monfragüe existe porque existe el ecosistema de la dehesa".

De hecho, la Junta ha solicitado al consejo que refunda la candidatura porque "se trata de un corredor muy importante desde la prehistoria, pasando por la repoblación, la cultura de los ríos, la trashumancia, la Ilustración, la dehesa, el bosque mediterráneo y la penillanura, con toda su biodiversidad existente".

CON POSIBILIDADES Según la administración regional, la propuesta que une a estos cuatro enclaves ha sido bien acogida por el consejo de Patrimonio y el propio vicesecretario general del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) --que realiza las evaluaciones de las candidaturas-- Víctor Fernández, "ha indicado que con una buena orientación, el proyecto puede tener posibilidades para ser incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad".

El entrar en la lista, Plasencia, Trujillo, Monfragüe y la Dehesa han pasado el primer corte y ahora deben competir con otras 29 candidaturas, entre ellas la de la Vía de la Plata. Lo que toca ahora es completar el expediente de la candidatura con el objetivo de que el Estado lo eleve de manera definitiva a la Unesco. No es una tarea fácil puesto que el Comité de Patrimonio Mundial decidió en el 2004 que los Estados solo pueden presentar dos candidaturas al año, siempre que una sea de patrimonio natural.