La Asociación El Refugio del Burrito, que trabaja en Fuente de Piedra (Málaga) para la mejora de la protección de burros y mulos en España, ha rescatado a Felipe, el burro que durante cinco años ha participado en La Corrida de las Elecciones que se celebra en Villanueva de la Vera cada martes de carnaval, dentro de la fiesta de El Peropalo.

En un comunicado difundido a través de las redes sociales, el colectivo conservacionista explicó que el pasado 28 de enero consiguió que el ayuntamiento de la localidad verata cediera a Felipe, el burro que en los últimos años ha sido utilizado para llevar a cabo la denominada Corrida de las Elecciones, que tiene lugar en la mañana del martes de Carnaval, y en cuyo acto un mozo recorre varias calles del casco antiguo comunicando a los asistentes, que el Peropalo ha sido condenado a muerte.

Según el colectivo conservacionista el consistorio "reconocía así que el burro no reúne las condiciones para participar más en el desfile y actuó pensando en el bienestar del animal".

El Refugio del Burrito ha destacado además que el animal padece laminitis crónica, una enfermedad que afecta a sus cascos, le dificulta el paso y le causa dolor, a la vez que ha lamentado que una burra ocupe su lugar en la fiesta de este año.

Declarado de interés turístico regional, el Peropalo consiste en la condena y quema por parte de la población de un muñeco de tamaño natural confeccionado con una tela rellena de heno y una cabeza de madera que termina separada del cuerpo al final del ritual y guardada para el año próximo. Las fiestas del Peropalo se prolongan desde la tarde-noche de hoy sábado hasta el próximo martes por la tarde.

Además, los conservacionistas han lanzado una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma Change en la que se ha propuesto al ayuntamiento de Villanueva de la Vera la utilización de un burro de madera.

En cambio autoridades y vecinos han negado a lo largo de los últimos lustros de forma categórica que el burro sufra daño alguno. El alcalde, Antonio Caperote, recordó ayer en las páginas del especial que EL PERIODICO dedicó al carnaval, que el burro está durante todo el año, atendido, sin trabajar, en una finca municipal. Además afirmó que está controlado por veterinarios, antes y después de su participación en la fiesta, y que a su alrededor se forma un cordón humano para evitar cualquier desmán.