De las 12.404 denuncias contra la sanidad pública y privada que la Asociación del Defensor del Paciente ha recibido este año, 218 fueron cursadas en Extremadura. Esta cifra supone una reducción en 70 casos con respecto al año pasado, situando a la región en el puesto decimotercero de la clasificación por número de quejas.

En consecuencia, dicha asociación considera que la comunidad extremeña es "una de las que mejor salud goza", eso sí, "dentro de la inestabilidad" que sufre, en su opinión, el ámbito sanitario en España. Así se desprende de la Memoria 2006 de la organización, presentada ayer en Madrid por su presidenta, Carmen Flores.

A nivel nacional, se formalizaron 367 denuncias más que en el 2005; "un aumento significativo", motivado principalmente, según el informe anual, "por la falta de personal para atender a una población en constante crecimiento". Para Flores, "lo peor" del presente ejercicio fue que ninguna comunidad cumplió sus objetivos en la reducción de listas de espera.

Los atrasos en la atención son, precisamente, uno de los fallos que la memoria achaca al sistema extremeño. En concreto, destaca que más de 22.000 pacientes superan los tiempos legales de espera para cirugía, cifra que aumenta hasta los 45.000 afectados en el caso de la espera para consultas externas. Por ello, el Defensor estima conveniente "seguir trabajando para impedir el desvío de pacientes a la sanidad privada".

Además, señala otros fallos, como la carencia de recursos para afrontar emergencias en Jerez de los Caballeros o la "importante inyección inversora" que precisa Cáceres, aunque también deja espacio para incluir alguna mejora, caso de la Unidad de Cardiología del Hospital de Zafra. En el lado negativo, sin embargo, el centro más denunciado fue el Infanta Cristina de Badajoz, mientras que traumatología fue el servicio que generó más quejas.