La pasada temporada de caza (2009/2010) finalizó con el 5% de las piezas decomisadas por los veterinarios dependientes del Servicio Extremeño de Salud (SES). Esto significa que los trabajadores de la Dirección General de Salud Pública retiraron 2.688 piezas de las 51.457 abatidas durante toda la campaña. Este dato se acerca mucho a las piezas retiradas en la campaña 2008/2009.

El número de actividades cinegéticas celebradas en Extremadura durante la pasada campaña fueron 1.817, en las que se abatieron 51.457 piezas, de las que 38.297 fueron de caza mayor y 13.160 de caza menor, según informó ayer el Ejecutivo regional y recoge la agencia Efe.

Concretamente los veterinarios decomisaron 2.688 piezas de las 51.457 abatidas durante toda la temporada. De ellas 17 fueron jabalíes afectados por triquinelosis y 1.397 jabalíes y cérvidos a los que se detectó tuberculosis. Del mismo modo, se retiraron partes de 16.245 de las piezas cobradas en las actividades cinegéticas por causas como mordeduras de perros, proyectiles y hemorragias, entre otras.

INSPECCIONES Todas los animales abatidos en estas actividades han pasado la correspondiente inspección por parte de los técnicos de la Dirección General de Salud Pública, ya que, como está establecido legalmente, la inspección veterinaria oficial será requisito imprescindible para todas las piezas de caza abatidas destinadas al consumo humano, excepto para aquellas procedentes de las actividades de caza menor en las que ninguna de las piezas abatidas vaya a ser destinada a la comercialización.

Por otro lado, de las especies abatidas durante la pasada campaña de actividades cinegéticas el mayor número corresponde a ciervos, 23.095; seguido de jabalíes, 13.031; muflones, 1.238 piezas; gamos, 924 ejemplares; corzos, 8; y zorro, 1. En cuanto a la caza menor, se cobraron 13,071 ejemplares de especies de pluma y 89 de pelo.