La Semana Santa es, en palabras de la Delegada del Gobierno en Extremadura, "el periodo más duro" en lo que a siniestralidad se refiere, con 103 muertes registradas en las carreteras españolas el año pasado, de las que cinco e produjeron en Extremadura. Esta tendencia, confía Pereira, que cambie este año, que con las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno, como la reciente reforma del Código Penal en materia de seguridad vial, incidan en una reducción del número de accidentes y víctimas.

En términos generales, desde el pasado 1 de enero y hasta la fecha han muerto en las carreteras extremeñas 18 personas, una menos que el año pasado en las mismas fechas. Sin embargo, llama la atención el hecho de que de estas víctimas 9 hayan sido en la provincia de Badajoz y otras 9 en la de Cáceres, cuando en el 2007 en la provincia cacereña solo se había producido una muerte y 18 en Badajoz.

La mayoría de los accidentes mortales, advirtió Pereira, se producen en carreteras convencionales y en trayectos cortos --así ha sido en 10 de los 18 casos registrados este año--, por lo que Pereira pidió la "máxima prudencia" en trayectos dentro de la propia región. E hizo una especial incidencia en los accidentes de motoristas, pues recordó que en estos primeros meses del 2008 han fallecido en las carreteras extremeñas cuatro, y que en todo el 2007 esta cifra llegó a 16.