El 30% de los empleos creados en España entre 1995 y el 2005 han sido ocupados por inmigrantes. En total se han generado más de cinco millones de puestos de trabajo en este periodo. Esto supone que los extranjeros han ocupado cerca de 1.600.000 nuevos empleos.

En las zonas donde la inmigración ha sido más intensa (Cataluña, Baleares, Canarias, La Rioja, Madrid, Murcia y Valencia), la mano de obra foránea ha ocupado más del 40% de los nuevos trabajos. En estas siete comunidades autónomas la presencia de inmigrantes (que llega al 13% de su población total) es el doble que en las regiones del norte y el oeste peninsular.

En estas zonas, los extranjeros ocupaban en el 2005 casi una quinta parte del total de puestos de trabajo, es decir, prácticamente uno de cada cinco trabajadores había nacido fuera de España. En el conjunto del Estado, el 13% de los ocupados procede de otro país.

En el 2005 había en el país 17.751.000 ocupados, mientras que 10 años antes eran 12.373.000. Por tanto, la cifra de empleos ha aumentado un 43%.