A Francisco Villegas le salió un bulto en la espalda el año pasado y el médico de cabecera le derivó al servicio de Dermatología del hospital de Coria. La cita llegó el 9 de agosto y la especialista que lo atendió determinó quitar aquel bulto. Tras meses de espera sin recibir la cita para ser intervenido, en noviembre Francisco comenzó a notar molestias porque el bulto empezó a supurar sangre y pus. Ante el riesgo de infección, acudió al hospital para que le aceleraran la intervención: «pero me dijeron que no se podía hacer nada y que si el quiste reventaba fuera a Urgencias». Esto fue lo que ocurrió a principios de diciembre. «Me hicieron entonces un drenaje doloroso, pero al no extirparme el quise me avisaron de que se podría volver a reproducir porque la raíz no se había sajado». Ese drenaje dejó una herida que Francisco tenía que curarse y un día, aprovechando que trabaja en Cáceres, acudió a Urgencias del hospital Virgen de la Montaña «pero se negaron a atenderme, ni siquiera me miraron la cicatriz».

Harto de esta situación y en vista de que la cita para la cirugía no llegaba, decidió acudir a una clínica privada, donde le extrajeron por fin la raíz del quiste. «La intervención me costó 500 euros». Pero el dinero no es solo lo que lamenta, también «la dejadez de la dermatóloga, el trato que me dieron en la Montaña y la falta de sensibilidad y humanidad del sistema».

El pasado febrero recibió la llamada del SES para la intervención. «Me pareció una broma porque sabían que había reclamado y que había acudido a la privada». Finalmente, recurrió a la Defensora de los Usuarios del SES que le contestó que en agosto su quiste no tenía prioridad. «Claro, en esa fecha no supuraba pero en diciembre estaba a punto de infectarse, tuvieron que vaciármelo en Urgencias y tomé antibióticos para evitarlo». «Me he sentido ultrajado. Este es el resultado de las políticas de recortes de los últimos años. Faltan recursos pero también humanidad y lo peor de todo es que da igual que los usuarios reclamen, no están haciendo nada por mejorar. Realmente yo espero ya poco de este sistema».