Unos 50 guardias de seguridad privada han perdido su empleo en Extremadura en los últimos tres meses por el "intrusismo" practicado por empresas que están realizando labores de seguridad en la región desde una posición de competencia "ilegal", según denunció el secretario general estatal del sector de FeS-UGT, Benjamín Sánchez, que apuntó que esta cifra supone un 10% del empleo generado en la seguridad privada extremeña.

Sánchez, tras rechazar esta práctica, reclamó el desarrollo del sector a través de la creación de itinerario formativos, la introducción de puestos de trabajo intermedios, la reducción de jornadas y el establecimiento de salarios superiores al IPC que incluyan pago de penosidades, según informa Europa Press.

Reclamó también la recuperación de la figura del agente de la autoridad para el vigilante de seguridad, así como la regularización de los auxiliares, y alertó del crecimiento del sector servicio en detrimento del de seguridad privada en Extremadura.

El responsable sindical avanzó que estas cuestiones forman parte de un documento elaborado el pasado mes de octubre en un congreso del sector, y que será presentado al Gobierno.