Con el estío, las reses trashumantes abandonan Extremadura. Unas 250 cabezas de ganado regresaron ayer por la Calzada Romana del puerto El Pico a los agostaderos de la vertiente norte de Gredos, en Avila, procedentes de las fincas extremeñas donde estuvieron desde finales de año.

El acto tuvo lugar dentro de la Jornada de Trashumancia organizada por la Plataforma Trashumancia Viva, la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Avileña-Negra Ibérica y el Consejo Regulador de la Indicación Protegida Carne de Avila.

La vacada trashumante partió a primera hora de la mañana de ayer desde la localidad de Mombeltrán, para comenzar a subir por la Calzada Romana en dirección al mirador de El Pico, desde donde decenas de personas siguieron el paso de los animales.

El recorrido que realizan estas reses desde Extremadura y Castilla-La Mancha hasta Avila varía entre los 250 y los 300 kilómetros, en los que invierten unas dos semanas hasta llegar a las tierra altas de Gredos.

Allí los animales permanecen hasta finales de año, momento en el que regresan a las más cálidas tierras del sur.

Aunque se estima en torno a 40.000 el número de reses sobre las que se realiza esta forma de pastoreo, fueron 250 las participantes en esta jornada.

Según el secretario de la Plataforma, Pedro Herráiz, se pretende "dar a conocer esta actividad, exponer al público y a las autoridades las problemáticas que tiene el sector, y explicar sus ventajas, como la reducción de la aparición de brucelosis, entre otras". En la actualidad, según argumentó Herráiz, hay más de 450 titulares de explotaciones que practican la trashumancia y viven de esta práctica en Avila, junto a otros sectores como los transportistas, productores de piensos, veterinarios o arrendatarios de fincas.

Asimismo, explicó cómo esta actividad "ayuda al mantenimiento de la población rural y favorece a esta región desde el punto de vista económico, sociocultural y medioambiental" y contribuye al "mantenimiento de las vías pecuarias".

Desde su punto de vista, estas rutas constituyen "corredores ecológicos de fauna y flora; lugares públicos de disfrute de la fauna urbana que establecen una conexión sociocultural y económica entre poblaciones distantes".

Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de Carne de Avila, José Juan Vila, defendió esta forma de ganadería extensiva, sin la cual "gran parte de las dehesas extremeñas perderían su razón de ser y su fisonomía".

Además, la Plataforma Trashumancia Viva reclamó ayer el apoyo a través de medidas agroambientales con aportes económicos sustanciosos, así como respaldos sanitarios, con la puesta en marcha de herramientas que no impidan el movimiento trashumante. Igualmente, reivindicó un impulso desde las administraciones para la eliminación de barreras burocráticas, además de la coordinación entre entidades públicas estatales y autonómicas para favorecer esta costumbre.

El jefe del Servicio Territorial de Ganadería, Francisco Gil, subrayó el "peso específico considerable" que la trashumancia tiene para provincias como Avila y Salamanca.

En este contexto señaló, sin llegar a concretar, que la Junta estudia "medidas de desarrollo sostenible de esta actividad", a la vez que se ha mostrado receptiva a las propuestas de los ganaderos.