Annie Leibovitz recordó ayer en la National Portrait Gallery de Londres los tensos momentos vividos el año pasado cuando retrató a Isabel II. La sesión tuvo lugar en el Palacio de Buckingham y la soberana no estaba de muy buen humor. "La reina entró en el salón y parecía un poco perturbada", comentó la fotógrafa americana en la presentación de una exposición sobre su obra. "Me dijo: ´No tengo mucho tiempo´, y pensé ´oh Dios mío, ¿van a ser cinco minutos?´ pero, al final, fue afable y profesional".