Unos impresentables. Así son algunos miembros de la Royal Protection, la policía que protege a la familiar real británica. Varios agentes han sido acusados de aprovechar las guardias en el palacio de Buckingham para sentarse y hacerse fotos en el trono de la reina (foto). Uno de ellos estaba borracho y llevaba el arma reglamentaria, mientras otros se dormían en el trabajo.