Por muy reina del pop que sea Madonna no puede hacer esperar a 74.000 fans hasta 45 minutos para ver su espectáculo. El concierto de la artista del pasado 11 de septiembre en el estadio Wembley de Londres tenía que comenzar a las 20.30 horas y no lo hizo hasta pasadas las 21.10, con lo que finalizó a las 23.10 y no a las 22.30 previstas. Y como los retrasos en el estadio de la capital británica se castigan con multa, la cantante deberá abonar casi 171.000 euros como compensación por la demora con la que apareció en escena. Las normas en el estadio de Wembley son estrictas: 57.000 euros por cada cuarto de hora de retraso, 3.800 euros por cada minuto de espera. Así las cosas, Madonna deberá restar los 171.000 euros de la sanción de los casi ocho millones que se embolsó aquella noche. Con esta multa, la diva supera en el ránking de sancionados en Wembley a George Michael, que tuvo que abonar 164.000 euros.