La orgía nazi del presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, ha terminado salpicando a los servicios secretos británicos. Un agente del MI5 ha sido despedido al descubrirse que su mujer fue una de las cinco prostitutas participantes en la fiesta sadohitleriana del patrón de la FIA.

El espía, ahora en paro, sabía de las andanzas de su esposa, la dominadora Mistress Abi que, vestida con un uniforme de la Luftwaffe (las fuerzas aéreas nazis), flageló las posaderas de Mosley. El agente niega, sin embargo, tener nada que ver con quienes filmaron y divulgaron el polémico vídeo hace siete semanas. Según la prensa británica, el agente despedido es un antiguo exmarine que se había casado en agosto con la prostituta y llevaba cinco años trabajando para los servicios de la seguridad nacional. Tras este volantazo inesperado de los acontecimientos, el director del MI5, Jonathan Evans ha debido asegurar al primer ministro, Gordon Brown, y a la responsable de Interior, Jacqui Smith, que el departamento a su mando no está involucrado en el escándalo ni tendió una trampa a Mosley. En marzo, The News of The World publicó algunas fotos extraídas de un vídeo de cinco horas grabado con un teléfono móvil en el que se podía ver al jefe de la FIA, de 68 años, casado y padre de dos hijos, participando en una sesión sadomasoquista con una sórdida puesta en escena de inspiración nazi. Esa era la ideología de sus padres. Oswald Mosley fue el fundador de la Unión Fascista Británica y se casó con Diana Mitford, una aristócrata inglesa, en el Berlín de 1936. Aquella boda se celebró en el salón de Goebbels, con Hitler como único invitado.