La Autoridad Nacional Palestina (ANP) renunció ayer a trasladar a una cárcel de Jericó o de Gaza, tal como había previsto inicialmente, a los 20 militantes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa detenidos el sábado. El grupo podrá quedarse, de momento, en el edificio de la Mukata (la sede oficial del presidente palestino Yasir Arafat) en Ramala, donde llevan ya varios meses refugiados y donde se encontraban en el momento en que fueron arrestados por las fuerzas de seguridad palestinas.

El Gobierno que encabeza el primer ministro Abu Mazen dio, de esta forma, marcha atrás en sus intenciones después de que algunos de los grupos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (el brazo armado de Al Fatah, la organización a la que pertenece Arafat) anunciaran el sábado la ruptura de la tregua que mantienen desde el pasado 29 de junio. Además, ayer por la mañana, cuando a los miembros de las Brigadas se les comunicó que iban a ser transferidos a Jericó, se negaron a moverse de donde estaban.

Tan pronto como se alcanzó el acuerdo que permite por el momento a los militantes permanecer en la Mukata, los radicales desmintieron que fueran a romper el alto el fuego. "Confirmamos nuestro compromiso a respetar la tregua con el enemigo sionista", señaló el grupo.

NEGOCIACIONES AFECTADAS

El pulso en torno a este grupo de radicales, requeridos por el Gobierno israelí, repercute también en el desarrollo de las negociaciones entre Israel y la ANP. El ministro de Seguridad palestino, Mohamed Dahlan, y el jefe del Estado Mayor israelí, Amos Gilad, fracasaron de nuevo ayer en el enésimo intento de alcanzar un acuerdo sobre la transferencia del control a los palestinos de dos ciudades cisjordanas. Israel ofrece la retirada de Jericó y Kalkilia, pero Dahlan insistió ayer en que el repliegue debe producirse "en ciudades más grandes, como Ramala". Las autoridades israelís señalan, sin embargo, que no se marcharán de Ramala mientras los activistas que reclama sigan protegidos en el cuartel de Arafat, donde el presidente palestino se encuentra, a su vez, confinado.

GARANTIAS INTERNACIONALES

El ministro de Estado sin cartera palestino Abdelfatah Hamayel, que fue quien ayer anunció que los 20 activistas seguirían en la Mukata, subrayó que la ANP sigue buscando "garantías internacionales" que aseguren que estos hombres y otros "cientos de palestinos buscados" por Israel, no serán objeto de ataques.

Mientras, el ministro de Exteriores israelí, Silvan Shalom, dejó ayer claro durante el encuentro con su homólogo palestino, Nabil Shaat, que Israel no tiene ninguna intención de detener la construcción del controvertido muro que separa el territorio del Estado hebreo de Cisjordania.