Amnistía Internacional (AI) expresó hoy el temor de que las autoridades iraníes torturen a los opositores políticos detenidos en la oleada de protestas postelectorales para obligarles a hacer confesiones que luego se utilizarán en su contra en juicios manipulados.

En un comunicado, AI dijo que, si sus sospechas se confirman, y teniendo en cuenta que esos juicios suelen acabar en pena de muerte, sería una "táctica horrorosa" por parte de las fuerzas de seguridad para "silenciar para siempre a líderes políticos prominentes" y, de paso, enviar un mensaje de advertencia a otros disidentes.

Amnistía cita el caso de los líderes políticos Mohsen Aminzadeh, Abdollah Ramazanadeh y Mistafa Tajzadeh, que fueron secuestrados de sus casas el 16 de junio, coincidiendo con el arresto de otros simpatizantes de la oposición.

Según fuentes de la organización, estas tres personas están retenidas en la sección 209 de la prisión Evin de Teherán, bajo el control del ministerio de Inteligencia, donde suelen abundar las denuncias de tortura.

AI señala que, en casos de "seguridad", a menudo se niega a los sospechosos acceso a sus familias y a abogados durante el interrogatorio, que puede prolongarse indefinidamente.

Amnistía pide al líder Supremo de Irán, Ali Jameneí, que dé instrucciones a los funcionarios del Gobierno y al poder judicial "para que no torturen a personas bajo su custodia", y que garanticen la seguridad de los detenidos y el acceso a abogados, a sus familias y a asistencia médica.

Además, pide la liberación inmediata de todos los presos de consciencia.