Las autoridades chilenas han identificado hasta el momento a 452 cadáveres de los cientos que dejó el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero. El subsecretario del Ministerio del Interior, Patricio Rosende, leyó en una comparecencia pública en el Palacio de la Moneda la lista con los nombres de 173 personas que murieron y cuyos cuerpos fueron identificados, que se suman a los 279 que habían sido reconocidos hasta ayer.

El Gobierno chileno decidió el jueves no dar cifras sobre el número de muertos sin identificar, como había venido haciendo desde el día del terremoto, y proporcionar cada 24 horas solo los nombres de las personas identificadas.

"Quienes han muerto en esta catástrofe son personas, y no números, y mientras no tengamos nosotros la certeza total de quiénes son los chilenos que han fallecido en esta catástrofe nos vamos a limitar a informar de aquellos respecto de quienes sí podemos acreditar su identidad", ha explicado hoy Rosende.

El cambio en la política informativa se produjo después de que la presidenta Michelle Bachelet admitiera ayer la necesidad de que el Servicio Médico Legal hiciera "un análisis muy exhaustivo para saber cuál es el número exacto de fallecidos". Durante una visita a la región del Maule, una de las más afectadas por la tragedia, Bachelet fue informada de que puede haber diferencias entre el número de víctimas que maneja el Ejército y la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).

Ayudas de la ONU

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llegó ayer a Chile para conocer sobre el terreno los efectos del terremoto del sábado y hoy se trasladará hasta Concepción, la zona más castigada por el seísmo y segunda ciudad más importante del país, cuyos habitantes sufren además el toque de queda de 18 horas diarias impuesto por las autoridades.

"Me conmueve ver el fuerte coraje y la resistencia del pueblo chileno", dijo Ban, tras reunirse con la presidenta, Michelle Bachelet, en el palacio de La Moneda, donde comprometió una contribución de 10 millones de dólares del fondo de respuesta de emergencia central de la ONU. "Es hora que la comunidad internacional ayude al pueblo de Chile", añadió para mostrar su convencimiento de que el país podrá construir "un gran futuro".