El ataque de un avión espía estadounidense mató a siete insurgentes talibanes en el noroeste de Pakistán. Los misiles cayeron sobre un edificio cerca de la localidad de Mir Ali, situada a 280 kilómetros al sur de Islamabad, en el distrito tribal de Waziristán del Norte, junto a la frontera con Afganistán.

Según las autoridades paquistanís, la explosión dejó cuatro rebeldes heridos. También afirmaron que entre las víctimas mortales había "extranjeros, tal vez uzbekos". El blanco fue un centro de operaciones y de entrenamiento de insurgentes, según el Gobierno de Islamabad.

Waziristán del Norte está considerado uno de los grandes bastiones de los talibanes paquistanís y sirve como refugio a talibanes afganos y a miembros de Al Qaeda. De hecho, hace tiempo que esta zona tribal es castigada por los aviones espías estadounidenses. En el 2008 se produjeron 32 ataques, en el 2009 fueron 51 y en lo que va de año ya van 13 en total.

Los ataques de este año se han intensificado desde que el pasado diciembre un doble agente de espionaje jordano mató en un atentado a siete empleados de la CIA en una base estadounidense en Afganistán. El Gobierno de Islamabad, aliado de Washington, siempre ha cuestionado que estos aviones actúen en su territorio, al considerarlo una violación de su soberanía.