La llama del radicalismo islámico ha prendido con fuerza en los musulmanes residentes en Bélgica. Según un informe de la policía federal belga, esta comunidad vive un proceso de "repliegue comunitario y de radicalización" religiosa. El informe, publicado ayer por el semanario belga Le vif-L´express , insiste en que "con el actual contexto internacional, esta radicalización no cesa de aumentar entre los miembros de la comunidad".

La expansión del islamismo radical se percibe en la importancia creciente que la estructura belga tiene en la trama de reclutamiento de jóvenes para enviarlos a luchar en la yihad (guerra santa) en Irak. Según un miembro de un servicio secreto occidental, "Bélgica es el eje del reclutamiento en Europa".

Sus objetivos son jóvenes belgas de origen marroquí. Los reclutadores se aprovechan del sentimiento de marginación de esos jóvenes hijos de inmigrantes. Sin embargo, su objetivo no son solo los musulmanes. "La trama de reclutamiento está actuando para captar a conversos".

El fenómeno de reclutamiento es tan importante en Bélgica que el Comité R (el Comité Permanente de Control de los Servicios de Información) abrió una investigación y criticó que la Seguridad del Estado "no procede a un control sistemático de los desplazamientos de personas que salen o pasan por Bélgica con destino a países conflictivos".

VINCULACION CON EL 11-M Células terroristas instaladas en Bélgica tuvieron un papel clave en el 11-M. De hecho, el 1 de febrero del 2005, las autoridades belgas detuvieron, a petición de España, a Yusef Belhadj, presunto portavoz de Al Qaeda en Europa y uno de los cerebros de los atentados de Madrid.

Además, las células belgas tienen contacto intenso con la trama radical en otros países, sobre todo España, pues desde Bélgica han llegado predicadores radicales. Las conexiones se extienden a Italia, Holanda y Alemania.