La Central de Inteligencia Americana (CIA) "obstruyó" el trabajo de la comisión oficial que investigó los atentados del 11 de septiembre del 2001 y retuvo los vídeos de los interrogatorios a sospechosos de pertenecer a Al Qaeda, según reveló ayer el rotativo The New York Times .

Algunos exmiembros de dicha comisión investigadora, ya disuelta, descubrieron la ocultación cuando, a principios de este mes, llevaron a cabo una revisión de todos los documentos que habían tenido a su disposición. Este repaso reveló que, en el 2003 y el 2004, los investigadores pidieron repetidamente a la CIA documentos y otras informaciones sobre los interrogatorios a miembros de Al Qaeda. La respuesta sistemática de un alto funcionario de la CIA fue que la agencia ya había facilitado a la comisión investigadora toda la información disponible.

La revisión ha estado motivada por la revelación, el pasado 6 de diciembre, de que la CIA destruyó, en noviembre del 2005, varios vídeos de los interrogatorios a presuntos miembros de Al Qaeda. En concreto, se destruyeron las grabaciones de los interrogatorios, efectuados en el 2002, a Abú Zubaydah y Abd al Rahim al Nashiri, que presuntamente mostraban prácticas de tortura en los interrogatorios.

The New York Times asegura haber obtenido una copia del memorando de la revisión, que lleva fecha del pasado 13 de diciembre. Dicho memorando, de siete páginas, fue preparado por Philip Zelikow, exdirector ejecutivo de la comisión del 11-S. Zelikow aseguró que "es necesario investigar más" para determinar si la CIA violó la ley federal cuando retuvo los vídeos.

"ESTA MAL" "Yo no sé si es ilegal, pero ciertamente está mal", declaró al rotativo neoyorkino Thomas Kean, exgobernador republicano de Nueva Jersey, que fue copresidente de la comisión del 11-S. Los dos presidentes, Lee Hamilton y el propio Kean, reaccionaron con furia al conocer la existencia y destrucción de los vídeos y declararon al citado periódico estadounidense que el informe de la revisión les ha convencido de que la CIA decidió de forma consciente impedir la investigación de los atentados del 11-S por parte de la comisión que copresidían.

Por su parte, el portavoz de la citada agencia de espionaje estadounidense, Mark Mansfield, aseguró que la CIA había hecho "todo lo posible" para atender las demandas de la comisión investigadora y aseguró que "debido a que se creyó que podía pedir los vídeos en algún momento, no fueron destruidos mientras la comisión seguía activa".

Esta revelación ha desatado un escándalo y el juez federal Henry Kennedy estudia abrir una investigación, algo que la Casa Blanca trata de evitar.