La carrera electoral hacia la Casa Blanca inició ayer su recta final con un cambio de estrategia del candidato demócrata, John Kerry, quien para salvar la distancia que le separa de su rival, George Bush, no tuvo reparos en recurrir al consejo de Bill Clinton, internado desde el viernes en un hospital de Nueva York. Desde su cama, el expresidente recomendó a Kerry remodelar su campaña e incorporar a varios de sus exasesores, corresponsables en sus éxitos electorales.

Ayer, Clinton fue sometido a una intervención quirúrgica de corazón --un cuádruple puente coronario-- del que se recupera sin problemas, informó su esposa, la senadora Hillary Rodham Clinton. El expresidente, de 58 años, fue hospitalizado el viernes a causa de un dolor en el pecho y de deficiencias respiratoria, pero ello no le impidió hablar dos veces por teléfono con Kerry para ayudarle a diseñar su nueva estrategia.

NUEVO ASESOR Después de meses de empate técnico, la ventaja de 11 puntos a favor de Bush que indican las encuestas forzó a Kerry a poner en práctica una serie de cambios. Entre los más relevantes están el ascenso del respetado John Sasso, quien se convierte en asesor principal del candidato demócrata para los actos de campaña. Además, se incorporan al equipo el exasesor de prensa de Clinton Joe Lockhart y Doug Sosnik, antiguo director político de la Casa Blanca.

Según fuentes demócratas, Clinton recomendó a Kerry que se muestre más agresivo en sus ataques a la administración de Bush y haga hincapié en los datos económicos y en la situación en Irak. El expresidente coincide así con el análisis efectuado por otros demócratas quienes aseguran que Kerry debe abandonar las referencias a su pasado como veterano de Vietnam y centrarse no tanto en la seguridad --punto fuerte de Bush-- sino en cuestiones donde el presidente es más vulnerable, como la economía y el bienestar social.