El polonio 210 que mató a Aleksandr Litvinenko ha contaminado a otras dos personas. Uno de los personajes centrales en la misteriosa muerte del antiguo espía ruso, el italiano Mario Scaramella y un miembro de la familia de Litvinenko también han resultado contagiados por la sustancia radiactiva. La contaminación sería leve en el caso del familiar, pero los médicos han hallado en el cuerpo de Scaramella una cantidad "significativa" de polonio 210.

La alerta se trasladó a Italia, donde las autoridades dieron orden de establecer controles para verificar si hay contaminación radiactiva en la salas del Senado de Roma, donde Mario Scaramella intervino el pasado día 21 en una rueda de prensa para manifestar que no tenía nada que ver con el envenenamiento de Litvinenko, informa Rossend Dom¨nech.

VUELOS DE EASYJET También la compañía aérea británica EasyJet comunicó que Scaramella usó sus aviones. Tras reunirse con carácter de urgencia, los expertos del Ministerio de Sanidad concluyeron que no hay peligro para la salud pública.

Scaramella, que estuvo con Litvinenko el pasado 1 de noviembre, fue ingresado anoche en el University College Hospital, el centro donde falleció el exagente del KGB el 23 de noviembre. El italiano dijo que fue a Londres por iniciativa propia, ya que quería mostrar a Litvinenko una lista en la que ambos estaban amenazados de muerte. Los dos hombres se reunieron en el restaurante japonés Itsu, en Piccadilly, durante 35 minutos, y aunque Scaramella no comió absolutamente nada, sí bebió un vaso de agua.

Después de la entrevista, volvió a Italia, pero el 28 de noviembre se supo que había regresado a Londres, para ser interrogado por la policía como testigo y para someterse a unas pruebas de radiactividad. Los investigadores británicos deberán establecer los lugares donde estuvo Scaramella, desde el 1 de noviembre, y ver si están contaminados.

Scotland Yard se halla también a la espera de los resultados de la autopsia practicada ayer al cadáver de Litvinenko. El examen fue realizado en el Royal London Hospital por un patólogo designado por el Ministerio de Interior, y ante otros dos expertos. Se trata de un análisis postmortem excepcional, porque nunca antes se había llevado a cabo en el Reino Unido la autopsia de alguien, fallecido a causa de la sustancia radiactiva como el polonio 210.

El estudio de los restos, peligrosamente contaminados, se realizó en medio de medidas de seguridad extremas. Todos los presentes se protegieron con trajes especiales para impedir cualquier contagio radiactivo.

MISION TRASCENDENTAL La primera misión de los patólogos será establecer las causas de la muerte de Litvinenko, quizás una parada cardiaca a causa del envenenamiento. Los resultados más interesantes para la policía serán los relacionados con la sustancia radiactiva. Quizás se pueda determinar su origen, o cómo fue suministrada a la víctima y cuánto tiempo permaneció en el cuerpo del exagente.