Joseph Wilson, diplomático de EEUU, ha denunciado a la Administración Bush de "tácticas intimidatorias" para intentar frenar nuevas críticas respecto a su actuación en Irak. Wilson fue enviado por la CIA a Níger en el 2002 para investigar un informe que aseguraba que Irak había intentado obtener uranio del país africano. Su conclusión fue clara: era "poco probable", pero cayó en saco roto y meses más tarde, Bush lanzó la acusación de la compra de material nuclear, atribuyéndola a Londres.