Los máximos responsables del Estado en Turquía, el presidente de la República, Abdulá Gül, y el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, se reunieron ayer de forma extraordinaria con el jefe del Estado Mayor, Ilker Basbug, para tratar la situación del país tras la detención el pasado lunes de 49 oficiales acusados de preparar un golpe de Estado en el 2003.

De esta reunión salió un llamamiento publicado por la web de la Presidencia de la República a que todos actúen "con responsabilidad" para "no dañar las instituciones", en referencia a los ataques que ha recibido el Ejército en los medios cercanos al Gobierno por sus veleidades golpistas. También se pidió respeto a la Constitución.

El encuentro entre los responsables del poder civil y del Ejército ha aportado calma tras los últimos días de tensión, mientras los oficiales del Ejército siguen pasando por manos de los jueces. 13 militares han sido enviados ya a prisión provisional y, de los principales comandantes implicados en la intentona golpista, el exjefe de las Fuerzas Aéreas, Ibrahim Firtina, y del Primer Ejército de Tierra, Ergin Saygun, completaron ayer su declaración.