España no tiene intención de introducir los escáneres corporales que desnudan a los viajeros en los aeropuertos hasta que haya un acuerdo sobre esta cuestión dentro de la Unión Europea (UE), según indicó ayer el ministro de Fomento, José Blanco. La Comisión Europea, por su parte, se mostró abierta a volver a proponer a los Veintisiete la generalización de este tipo de instrumento de control, si los aparatos no presentan riesgos para la salud de los pasajeros y respetan el derecho a la intimidad de los ciudadanos.

El Ejecutivo comunitario y los representantes de los Veintisiete analizarán la cuestión en la reunión del Comité de Seguridad Aeroportuaria de la UE que se celebrará el próximo jueves.

MAS VIGILANCIA A instancias de las autoridades estadounidenses, España ha decidido "extremar" el control y vigilancia de los pasajeros aéreos con destino a EEUU, dijo Blanco. Pero el Gobierno no se plantea, de momento, seguir el ejemplo del Reino Unido y de Holanda, que ya han decidido instalar los escáneres corporales en sus aeropuertos.

España, que se responsabiliza durante este semestre de la gestión de la UE, impulsará una "reflexión" entre los Veintisiete sobre el reforzamiento de la seguridad en los aeropuertos. Antes de hacer cualquier propuesta concreta, el Gobierno español prefiere de momento esperar a ver cuál es la actitud de los diferentes países comunitarios sobre esta materia y cuál es la posición que defiende la Comisión Europea, según indicaron a este diario fuentes diplomáticas.

La vicesecretaria de Seguridad Interior de EEUU, Jane Holl Lute, tiene previsto visitar en los próximos días a las autoridades europeas para promover la instalación de esos escáneres que desnudan en los aeropuertos europeos, según las citadas fuentes.

Actualmente no existe un marco europeo que regule el uso de esos aparatos, por lo que cada país es libre de utilizarlos o no "siempre que no infrinjan una legislación europea o nacional", tal y como reconoció el Ejecutivo comunitario. La Comisión Europea se vio forzada en noviembre del 2008 a retirar una propuesta para la introducción de estos aparatos en los aeropuertos europeos después de que el Parlamento Europeo aprobara una resolución contraria y de que numerosos estados, como Alemania, se pronunciaran también en contra.

El Ejecutivo comunitario subrayó ayer que solo volverá a proponer el uso de esos escáneres si se garantiza que no plantean ningún riesgo para la salud de los pasajeros y que respetan plenamente el derecho a la intimidad de los ciudadanos.

IMPACTO DESCONOCIDO La ausencia de estudios sobre el impacto en la salud del reiterado sometimiento a las emisiones de rayos de los aparatos fue uno de los motivos esgrimidos por la Eurocámara para oponerse al proyecto inicial de la Comisión. El otro motivo del rechazo fue el hecho de que los aparatos ofrecían una imagen extremadamente detallada del cuerpo desnudo del pasajero.