La Comisión Europea (CE), la ONU y Estados Unidos se han comprometido a ampliar sus ayuda económicas a la población de Pakistán afectada por las inundaciones, en la que ya se considera la peor catástrofe natural que ha asolado el país. Mientras tanto, los talibanes paquistanís han instado hoy al Gobierno a rechazar la ayuda occidental, al entender que todo el material será robado por funcionarios corruptos.

Por un lado, la Unión Europea ha acordado hoy desbloquear 10 millones de euros suplementarios, que se añaden a los 30 millones ya aprobados el pasado 30 de julio, ante una catástrofe que afecta al menos a 14 millones de personas. Esta cifra puede aumentar dado que las lluvias se trasladan al sur del país, una zona con gran densidad de población.

Según las cifras aportadas hoy por la Autoridad de Desastres de Pakistán, más de 1.300 ciudadanos han muerto a causa de la catástrofe y casi 1.500 han resultado heridas, al tiempo que 722.00 viviendas han sufrido daños. Las primeras evaluaciones muestran que las víctimas necesitan con urgencia agua potable, cobijo, comida, mantas, productos de higiene y asistencia médica, de ahí que los 10 millones de euros de la UE vayan a cubrir estas necesidades.

APOYO DEL REINO UNIDO

Las consecuencias de las inundaciones en Pakistán, las más graves de los últimos 80 años, han superado con mucho los 30 millones de euros que la CE envió al país a finales de julio para atender las primeras necesidades de la población danmificada, una población que ahora es incapaz de enfrentarse a un nuevo desastre natural y está sumida en una desesperación total.

También la ONU ha constatado la necesidad de ampliar las operaciones de ayuda y, por ello, va a poner en marcha hoy mismo un plan inicial de respuesta a la situación de emergencia en Pakistán dotado con 400 millones de dólares.

Por el mismo motivo, Estados Unidos incrementará su aportación en 20 millones de dólares, hasta un total de 55.

A estas ayudas se suman las del Reino Unido, que se ha comprometido a dar una ayuda de 24 millones de dólares, según ha informado el presidente pakistaní, Asif Ali Zardari, tras reunirse la semana pasada con el primer ministro británico, David Cameron.

Y concidiendo con el anuncio de las nuevas ayudas estadounidenses, los talibanes paquistanís han pedido al Gobierno del país que rechace la ayuda occidental. A su juicio, el Gobierno de Jiber-pakhtunkhwa --una de las provincias más afectadas por la catástrofe-- y el central "están desesperados" por aceptar las aportaciones "no para ayudar a la gente sino para incrementar el saldo de sus cuentas bancarias".