La posguerra en Irak ha entrado en una nueva dinámica después de la detención el pasado sábado de Sadam Husein. Ayer, el triángulo suní se levantó contra los soldados de EEUU y grupos de manifestantes se enfrentaron a las fuerzas ocupantes en Tikrit, Samarra, Faluya y Ramadi, además de la localidad norteña de Kirkuk, dejando un confuso balance de 18 iraquís muertos desde el lunes por la noche, según fuentes estadounidenses. Otras informaciones apuntan que los muertos fueron siete.

En cualquier caso, como ocurrió tras la muerte de los hijos de Sadam, Udai y Qusai, el arresto del dictador no ha calmado la convulsa situación que vive el país. Los habitantes del triángulo suní --escenario junto a Bagdad de los principales ataques que han sufrido las tropas de ocupación-- se manifestaron y se enfrentaron a los soldados, portando fotografías de Sadam y gritando eslóganes favorables al déspota. Hubo manifestaciones en favor de Sadam en todo el triángulo suní y en Bagdad.

A LA ESPERA Falta por ver si las manifestaciones son la expresión de una indignación momentánea o si el arresto de Sadam, en lugar de debilitar la resistencia, como esperan las fuerzas ocupantes, echará más gasolina y proporcionará más apoyo a los grupos que atacan al Ejército estadounidense.

Como contrapartida, Bagdad y Basora vivieron ayer otro tipo de manifestaciones: dos marchas en las que se pedía la ejecución del dictador. Contra las fotografías que muestran los sadamistas, sus oponentes llevan retratos del desaliñado y barbudo Sadam que mostraron las fuerzas de EEUU tras su detención en su ya famoso zulo de Al Daur.

Samarra, a 125 kilómetros en el noroeste de Bagdad, fue la ciudad en la que se produjeron los enfrentamientos más graves. Allí, según fuentes estadounidenses, 11 asaltantes murieron en enfrentamientos con soldados de EEUU después de que los insurgentes atacaran un convoy militar desde varios puntos. Fuentes militares informaron de que el recuento de víctimas lo efectuó un militar que participó en los enfrentamientos y que no hubo bajas estadounidenses.

SOLO UN MUERTO Sin embargo, fuentes del hospital de Samarra afirmaron que en realidad sólo murió una persona. La situación es muy parecida a la que se produjo el 2 de diciembre en Samarra, cuando el Ejército dijo haber matado a 54 resistentes y después la cifra se redujo a 8.

En Faluya, el lunes por la noche una multitud asaltó el ayuntamiento y se enfrentó a las tropas ocupantes, que abrieron fuego y mataron a dos iraquís, según fuentes hospitalarias. Ayer, durante todo el día, soldados estadounidenses patrullaron la ciudad con la cobertura aérea de aviones F-16 y helicópteros, en una tensa situación. Precisamente uno de estos helicópteros fue atacado con un mortero, aunque no acertó.

También murieron dos manifestantes en Ramadi después de que dispararan contra las tropas, según fuentes estadounidenses. Un tercer iraquí murió en la ciudad cuando unas 30 personas abrieron fuego contra una patrulla y los soldados respondieron. Además, en Mosul, un policía murió y otro resultó herido cuando fueron tiroteados desde una manifestación. En Kirkuk fue abatido otro insurgente.

EL EJEMPLO DE TIKRIT Aunque no hubo víctimas, Tikrit, la ciudad natal de Sadam, fue el mejor ejemplo de la tensión que vive el triángulo suní. Unos 300 soldados y 30 carros y vehículos blindados se apostaron ayer en la ciudad para mantener la calma, lo que no evitó cuatro manifestaciones y que tres soldados resultaran heridos al estallar una bomba al paso de un vehículo.