La plaza de la ciudad de Oaxaca es quizá el punto más turístico de México: los visitantes saborean cerveza o margarita en las terrazas y siempre un acurrucado pero colorido grupo de indígenas protesta por algo en los soportales del palacio de Gobierno. Ahora es una zona casi de guerra, con decenas de miles de maestros listos para volver a enfrentarse a la policía, que vino a desalojarlos al alba. La última revuelta popular y piedra en el camino del presidente, Vicente Fox, es uno de los focos rojos de la jornada electoral. "Los maestros que votemos será por el Peje", dicen, al quemar propaganda del PRI y el PAN, los dos partidos entre los que se reparten, airados, los damnificados por la debacle turística.

En medio de la tregua electoral que ha promovido, el pintor Francisco Toledo, gran conservador del centro histórico de Oaxaca, dice que aún falta "ablandar los corazones de políticos y maestros". Toledo está desolado; le despertaron los helicópteros, los gases lacrimógenos afectaron a sus perros y la historia recuperada fue presa de la batalla y el vandalismo. Ante los millares de maestros que pedían la cabeza del gobernador, Ulises Ruiz, el artista dice: "Da miedo que esto pueda salirse de cauce". Un centenar de edificios patrimonio de la humanidad lucieron pintadas del estilo "Muera Ulises", "El pueblo unido jamás será humillado", "Viva Zapata y el sub Marcos", o "Oaxaca es Atenco".

Resistencia en Atenco

En San Salvador Atenco, el lugar elegido para construir un nuevo gran aeropuerto, 40 kilómetros al norte de la capital, la gente sigue "en resistencia" con los machetes en alto. Los mineros en huelga y los zapatistas de Chiapas --un conflicto que prometió "solucionar en 15 minutos"-- completan los exponentes del México bronco con que tropezó Fox, y hoy serán focos rojos en la elección del sucesor.

Oaxaca se rebela contra un gobernador priísta surgido de una elección amañada, mientras Atenco representa la piedra angular que hace cuatro años marcó el declive del sexenio foxista. En el lugar idóneo para el aeropuerto, esta localidad de 45.000 habitantes, con terrenos comunales, polvo y barro, respondió a las primeras ofertas del Gobierno con machetes, y sus líderes acabaron por imponer la ley de un Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, émulo del Frente Zapatista de Liberación Nacional.

El proyecto del aeropuerto que evite que centenares de aviones sobrevuelen diariamente la mayor ciudad del mundo se fue al garete y, durante varios años, el Gobierno se avino a conceder todas y cada una de las 150 exigencias de los macheteros de Atenco . Un negociador gubernamental comenta: "Sus dirigentes son verdaderos delincuentes; secuestraban camiones, llegaban con machetes y, bajo la consigna de ceder en todo, los tratábamos como dioses. Ahí sí que me disculpen, pero no son las personas más agradables para dialogar".

El subcomandante Marcos, retirado estos días a la selva, detuvo la agenda de la otra campaña zapatista y se involucró en las protestas cuando el nuevo estallido le pilló hace dos meses en la capital. El desalojo de vendedores de flores en un mercado cercano y la muerte de un adolescente desataron de nuevo las iras y los machetes. La nocturna represión policial se tradujo en la detención, tortura y violación de docenas de personas. Al decir de su jefe, "los policías estaban muy estresados".

Símbolo antineoliberal

Mientras el nombre de Atenco se extiende cual símbolo del antineoliberalismo, el de Cananea es un nombre mítico, porque sus mineros fueron en 1906 el germen de la Revolución. De nuevo están en huelga, como los mineros del resto del país, después de que 65 compañeros quedaran enterrados y una manifestación del ramo acabara con otros dos muertos que, poco antes que los dos de Atenco, vinieron a enturbiar el sexenio de Fox y el proceso electoral. "Porque la vida es un ciclo, estamos como hace 100 años", dicen. Amenazan con cortar el paso en la frontera con EEUU.

El presidente confirma que existen "tres o cuatro conflictos situados en lugares muy específicos, que no afectan al conjunto". Pero en el mapa del Ministerio de Gobernación hay docenas de chinchetas rojas clavadas por todo el país y el Instituto Federal Electoral (IFE) señala 107 "zonas de violencia" con "riesgos limitados", aunque los estados con mayor peligro de violencia son los que en el norte jalonan el paso del narcotráfico. El México más proclive a enturbiar cualquier elección se extiende, según el IFE, a todos los puntos afectados por "el analfabetismo, la migración, o los sistemas de usos y costumbres".

El rancho presidencial

Entre los focos rojos está incluso el rancho de Vicente Fox, en San Cristóbal, Guanajuato, donde vivía su madre y él piensa retirarse. Las legislativas y municipales mostraron ya a mitad de mandato que el presidente había defraudado incluso a sus empleados y convecinos. La policía y los soldados habrán de disuadir a los campesinos, que amenazan con llegar a manifestar a gritos su frustración frente al rancho, entre la plaza y la iglesita remozadas durante el sexenio. Como adelanta el presidente del IFE, Luis Ugalde, "los incidentes serán mínimos".