No bastan los gestos conciliadores del nuevo presidente, Abdulá Gül. Ni que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, presentara ayer un Gobierno de marcado talante moderado y europeísta. El Ejército turco sigue sin dejar pasar ninguna ocasión de expresar su malestar al ver a los islamistas al timón. Ni siquiera en una simple ceremonia de entrega de diplomas.

Después de que ningún responsable de las Fuerzas Armadas asistiera el martes a la toma de posesión de Gül ni a la posterior recepción, ayer al flamante jefe del Estado le tocaba estrenarse en la boca del lobo. El general Yasar Büyükanit, jefe del Estado Mayor, y otros altos oficiales le dieron la mano, pero al subir al estrado le negaron el saludo a su nuevo comandante en jefe.

Coincidiendo con este incidente, Erdogan se dirigió al Ejército para proclamar que lo que Turquía necesita "ahora más que nunca" es unidad. "Debemos dejar de lado nuestras diferencias y unirnos en torno a los valores de nuestra nación, los principios de la República y nuestros objetivos comunes", afirmó el líder islamista en un mensaje de felicitación a las Fuerzas Armadas con motivo del Día de la Victoria.

El lunes, el general Büyükanit ya había difundido su comunicado conmemorativo por adelantado, para que se conociera antes de la elección de Gül. Fue cuando denunció "los centros malignos" que, a su juicio, pretenden erosionar el Estado laico, del que el Ejército, protagonista de cuatro golpes de estado desde 1960, se declara garante. Aunque la mayoría de los analistas ven en todo ello más rifirrafe político que auténtico ruido de sables.

Erdogan y Gül no tienen tiempo que perder. Ayer mismo el primer ministro presentó al presidente la composición del nuevo Gabinete, que refuerza su perfil centrista y liberal, incorpora figuras sin pasado islamista y debe permitir a Erdogan bregar en la dura tarea reformista que implican las negociaciones para la adhesión a la UE. Un tratamiento de choque contra los burócratas europeos turcoescépticos.

MAS LIBERTADES Erdogan prometió "más libertades y más bienestar" con el nuevo Gobierno y fijó el objetivo de doblar el PIB en cinco años. El hasta ahora titular de Economía, Alí Babacan, reemplaza a Gül en Exteriores y se mantiene al frente de la negociación con la UE. Repiten 16 de los 24 ministros, entre ellos el responsable de Finanzas, Kemal Unakitan, y la única mujer, Nimet Çubukçu, que sigue en Mujer y Familia. Una incorporación llamativa es la de Ertugrul Günay, exdirigente socialdemócrata al que Erdogan ha encomendado Cultura y Turismo.

La profundización en el giro al centro responde a que el partido del primer ministro, el PJD, "sabe que el 46,7% de los votos logrado en las legislativas de julio no procede del islamismo, sino de descontentos con el resto de partidos del centroderecha", explica el analista Rusen Çakir.