El primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, aprovechó la visita sorpresa que hizo ayer a Bagdad su homólogo británico, Tony Blair, para anunciar que Irak está preparado para asumir gradualmente a finales de este año el control militar de gran parte de las provincias del país, lo que permitirá la retirada de parte de las fuerzas extranjeras. Blair, que con su viaje quiso manifestar su apoyo al recién constituido Gobierno de unidad nacional iraquí, eludió fijar un calendario para la retirada de sus tropas.

Al Maliki dijo que las fuerzas iraquís podrían hacerse cargo en junio de las provincias de Samawa y Amara, bajo control de los soldados del Reino Unido. El proceso continuaría hasta diciembre. El objetivo es que, para entonces, solo Bagdad y la provincia de Anbar estén bajo la dirección de las tropas extranjeras.