Los cuerpos de 25.000 personas muertas en el terremoto que aniquiló la ciudad iraní de Bam el viernes ya han sido enterrados (19.500 por los trabajadores municipales y 5.500 por los propios familiares), según anunciaron las autoridades. La única noticia que animó ayer a los centenares de equipos de socorro fue el rescate, casi tres días después del seísmo, de una pequeña de 6 meses. Las autoridades anunciaron que el número de muertos superará los 30.000.

La niña, que se llama Nasim (Aire fresco ), sobrevivió gracias a que su madre, que murió en el seísmo, la protegió con sus brazos. Nasim es la única persona de su familia que ha sobrevivido. El ministro del Interior, Ahmed Hoseini, aseguró que, aunque pasadas 72 horas de un temblor así es muy improbable encontrar a supervivientes, las tareas continuarán algunos días más.

PILLAJE La policía iraní pudo ayer por fin controlar la situación en Bam, después de dos días de auténtico caos en la ciudad, que se quedó de golpe sin agua, sin luz y sin comida. Unidades de soldados, armados con kalashnikovs, se desplegaron por los barrios de lo que queda del casco antiguo para evitar que se repitieran las escenas de pillaje registradas desde el viernes.

El presidente, Mohamed Jatami, visitó ayer las zonas devastadas y reconoció que su Gobierno no puede afrontar las necesidades de los damnificados. "La magnitud de la tragedia es tan grande que la ayuda ofrecida por el Gobierno y la gente no satisface la demanda de las víctimas", dijo. El mandatario acudió con una amplia delegación gubernamental para constatar los daños y la situación de los afectados por el fuerte terremoto.

El seísmo destruyó el 60% de las construcciones de Bam y algunos de los supervivientes, pasado el shock inicial, están empezando a pedir responsabilidades al Gobierno. "Las casas tenían acero, pero no estaban diseñadas para aguantar terremotos", se quejó Maheri Alizadeh (52 años), que ha perdido a 50 familiares. "¿Por qué el Gobierno no se asegura de que están bien construidas en un país como éste, donde los terremotos son frecuentes?", se preguntó.

EL SUFRIMIENTO "Sentimos dolor, dolor", dijo Kobrah Abbasi (53). Su marido y dos de sus hijos lograron salir de la casa cuando vieron cómo se desplomaba un tabique, pero otros cuatro hijos perecieron. "Tendríamos que haber muerto nosotros. Ellos eran tan pequeños...", se lamentó en otro momento.

También visitó la zona afectada el líder supremo de Irán, el ayatolá shií Alí Jamenei, quien prometió esforzarse para reconstruir la ciudad histórica de Bam, una de las perlas turísticas del país. "Dios mediante, la ciudad será reconstruida, pero esta vez será mejor y más fuerte. Esperamos reedificar una ciudad desarrollada en lugar de la que fue destruida", dijo Jamenei ante centenares de personas que han perdido su hogar. Además de ostentar el cargo de comandante del Ejército, Jamenei tiene tanto poder que incluso está por encima de la Constitución.

100 EUROS POR MES "La ciudad contaba con cerca de 15.000 casas particulares, más los edificios oficiales y administrativos. Hará falta mucho dinero para reconstruirla", declaró ayer Mahmud Zargar, un arquitecto iraní. "Aquí, construir una casa sale a 100 euros por metro cuadrado. Si cada una tiene 100 metros, cada vivienda costará 10.000 euros", explicó. Cada iraní, cobra de media poco más de 100 euros por mes.