Es sencillo deducir que Irak va a peor. Por eso, ya va siendo hora de que Europa y Estados Unidos abandonen la política del tonto, tonto tu, aunque los europeos nos tengamos que tragar el sapo en aras del torniquete que urge para atajar la efusión de sangre iraquí. Irak y los intereses que se derivan nos separaron, pero ahora los iraquís han de reconciliarnos. La semana próxima habrá desfile de líderes en la ONU, escenario potencial de diálogo y multilateralismo. Ahí comprobaremos si el mundo va a peor o si el emperador, por fin, quiere la paz.

*Periodista.