Once muertos y más de 40 heridos en solo una mañana. Este es el balance, ayer, de la mayor ofensiva militar israelí lanzada en la ciudad de Gaza desde que el movimiento islamista Hamás asumió el control de la franja mediterránea hace ya dos semanas.

El grueso de los ataques se concentró en el barrio de Shejaeya, en el este de la ciudad de Gaza, donde a primera hora de la mañana penetraron, apoyados por helicópteros, tanques y bulldózers que ayer por la tarde aún continuaban la incursión.

"Muchas de las víctimas presentaban fragmentos de disparos de tanque, que les causaron heridas graves", indicó Jomaa al Saqqa, jefe del servicio de emergencias del Hospital Shifa de Gaza. Un proyectil de tanque contra una vivienda de este barrio causó cuatro víctimas palestinas, entre ellas un niño y un miembro del brazo armado de la Yihad Islámica.

Previamente, un miembro del brazo armado de Hamás había muerto en la misma zona cuando el proyectil lanzado por un tanque cayó cerca de un grupo de milicianos. Además, dos activistas palestinos murieron y tres civiles resultaron heridos cuando un tanque israelí disparó contra un edificio, según la declaración de varios testigos.