El Gobierno italiano hizo ayer público su informe sobre la muerte del agente secreto Nicola Calipari por los disparos de militares estadounidenses en Irak, y ofreció una versión muy diferente a la que la semana pasada dio Washington. Italia achacó el incidente al "estado de tensión" y "probablemente a la inexperiencia y el estrés que pudo llevar a los soldados a reacciones instintivas y poco controladas".

Contrariamente a lo que sostiene la Casa Blanca, el informe asegura que no había ninguna señal de que existiese un puesto de control en la carretera en la que fue tiroteado el coche en el que viajaban la periodista Giuliana Sgrena y Calipari. Además, según la versión de Roma, los norteamericanos sabían que la misión italiana se dirigía al aeropuerto tras la liberación de Sgrena en la tarde del 4 de marzo, aunque no conocían los detalles.

Según la parte estadounidense, los soldados actuaron correctamente, siguiendo el procedimiento militar de las cuatro eses : "shout, show, shove, shoot" (grita, muestra, aparta y dispara).

Ahora le tocará al primer ministro, Silvio Berlusconi, explicar cómo se conciben las dos verdades del caso Calipari . Lo hará el jueves, cuando comparecerá ante el Parlamento.

PETICIONES DE RETIRADA Desde la oposición, se pide aún con más fuerza la retirada de las tropas italianas de Irak, donde sigue imparable la escalada de la violencia desatada el jueves, día en que el Parlamento ratificó al nuevo Gobierno. Ayer, un total de 24 iraquís murieron en al menos 8 atentados, lo que eleva a más de 130 las víctimas mortales de esta nueva ola de terror.

En Bagdad estallaron cuatro coches bomba. El más mortífero hizo explosión en el barrio de Karrada y causó nueve víctimas mortales. En Mosul, capital del norte del país, cuatro iraquís resultaron muertos y siete heridos por el estallido consecutivo de dos coches bomba al paso de un convoy estadounidense.

La situación es tan grave que el primer ministro, Ibrahim Yafari, convocó una rueda de prensa en la que informó de nuevos planes de su Gobierno para restaurar la seguridad y "frenar a los terroristas y al crimen organizado". Yafari no precisó en qué consisten los "nuevos métodos", cuyas consecuencias "se notarán rápidamente", dijo.

Yafari llegó ayer a un acuerdo con dirigentes sunís para integrar a miembros de esta comunidad en el Gobierno, un paso esencial para mejorar la seguridad. Los sunís tendrán una vicepresidencia y seis ministerios: Defensa, Cultura, Industria y Minería, Derechos Humanos, Asuntos de la Mujer y Asuntos Provinciales. Los cargos serán sometidos hoy al voto de la Cámara.