Japón se mantiene en alerta máxima ante el posible lanzamiento de más misiles por parte de Corea del Norte, según informó un responsable gubernamental. Las autoridades de Tokio no creen que Pyongyang haya concluido las pruebas con misiles. Japón participa, desde hace ocho años, en un programa conjunto con EEUU para desarrollar un sistema de defensa antimisiles que previsiblemente se acelerará ante la amenaza de su vecino norcoreano.

De momento, Tokio empezó ayer a aplicar sanciones a Pyongyang con la prohibición, durante seis meses, de la entrada del Mangyongbong-92, un ferri norcoreano que periódicamente llegaba a Japón, el único enlace directo entre los dos países que atenuaba el aislamiento de Corea del Norte, sometida a un régimen estalinista. El barco atracó ayer en el puerto de Nigata para que el pasaje desembarcara, pero no se le permitió descargar mercancías.

El Consejo Atlántico, máximo órgano de decisión de la OTAN, calificó ayer el lanzamiento de misiles norcoreanos de "grave amenaza" para la región y el resto del mundo y abogó por que "las acciones provocativas" tengan "una respuesta firme de la comunidad internacional". La OTAN pidió a Corea del Norte "que cese de manera inmediata el desarrollo de misiles de largo alcance".