El exlíder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, arrestado en Belgrado en julio del 2008 y extraditado a La Haya, volvió a desafiar ayer al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y afirmó que el lunes, fecha en la que está previsto el inicio de su juicio, no piensa comparecer. El TPIY imputa a Karadzic dos cargos de genocidio en la guerra de Bosnia (1992-95) y múltiples cargos de crímenes contra la humanidad. El pasado día 19, la fiscalía redujo el acta de acusación para simplificar el juicio y evitar que se prolongue en exceso, como ocurrió con el del expresidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.

Karadzic comunicó al tribunal su negativa a comparecer en una carta que registró el miércoles. Alega que no ha tenido tiempo para preparar su defensa, a pesar de que la primera acta de acusación data de julio de 1995 y de que han pasado 15 meses desde que fue arrestado y enviado a La Haya, tras estar huido de la justicia durante 13 años.

Este boicot es su última maniobra de filibusterismo. Desde que llegó a La Haya, el exdirigente serbobosnio ha hecho todo lo posible para intentar primero impedir y después posponer el juicio, que ya ha sufrido múltiples retrasos. El acusado que, como Milosevic, piensa defenderse a sí mismo, ha llegado a presentar casi 270 mociones sobre aspectos diversos, siempre con el propósito de entorpecer el proceso. Una de las mociones alegaba que, al final de la guerra, el entonces enviado de EEUU para los Balcanes, Richard Holbroke, le prometió inmunidad a cambio de que desapareciera. El TPIY dictaminó que un acuerdo de este tipo no sería vinculante.

La postura de Karadzic pone al TPIY en una situación difícil. Su portavoz, Nerma Jelalic, anunció ayer que el juicio comenzará el lunes como estaba previsto. Pero algunos expertos dudan de que eso sea posible. Solo los jueces podrán decidir qué hacer. "Puede que al tribunal no le quede más opción que buscar un compromiso, quizá un aplazamiento", dijo Alexander Knoops, profesor de Derecho Internacional Penal. Una alternativa sería designar un abogado de oficio que represente a Karadzic.

EL PRECEDENTE El único precedente que existe es el de Jovica Stanisic, jefe del servicio secreto de Serbia en la etapa de Milosevic, que en abril del 2008 se negó a someterse a juicio alegando mala salud. El TPIY aplazó el proceso, pero después la sala de apelación ordenó el inicio de las vistas, que empezaron en junio, alegando que la defensa no había probado que la salud del acusado no le permitía asistir.