La segunda jornada del Papa en Turquía fue ayer puramente pastoral, tras salir airoso el martes de los dos temas más delicados de su viaje: el ingreso de Turquía en la UE y la relación del Vaticano con el islam. Benedicto XVI se vio ayer por la tarde en Estambul con el patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa, Bartolomeo I, que representa a más de 250 millones de cristianos. Con esta reunión, el Papa intenta "unir en comunión" a las iglesias cristianas.

La presencia del Pontífice colapsó Estambul. Miles de policías cortaron las calles del centro. Al Qaeda en Irak calificó el viaje papal de "campaña de los cruzados contra el islam". K. A.