Al temor de que el Reino Unido se convierta en el escenario de un gran ataque terrorista se sumó ayer la información publicada por el diario Financial Times, según la cual un grupo islamista con base en Londres intentó comprar el pasado año una gran cantidad de material químico para perpetrar un ataque letal.

Según el diario económico, la compañía Amersham Biosciences recibió en el otoño del 2002 un pedido de 500 kilos de una sustancia llamada saponina. Según los expertos, la mezcla de saponina con otros productos tóxicos, como la ricina, puede producir un veneno, que los terroristas pensaban expandir en lugares públicos.

PEDIDO EXAGERADO La cantidad solicitada era tan exagerada, entre 500 y 1.000 veces superior a los pedidos habituales, y las justificaciones para la compra resultaron tan poco convincentes, que los laboratorios se negaron a proceder a la venta y dieron aviso a la policía. Las investigaciones mostraron que detrás de la supuesta compañía londinense que hizo el encargo había un grupo perteneciente a la comunidad islámica, cuyo nombre no ha sido divulgado.

El ministro de Interior británico, David Blunkett, y los portavoces de Scotland Yard se negaron ayer a comentar la noticia.