La campaña electoral avanza en Irak en un clima de extrema violencia. Los ataques de la insurgencia iraquí no dan tregua y ayer dejaron un saldo de al menos 18 muertos en todo el país. En la ciudad de Tikrit, fallecieron siete policías al estallar un coche bomba. En Yusifiya, en medio del conocido como triángulo de la muerte, una bomba de fabricación artesana dirigida contra un convoy de EEUU erró su objetivo y mató a ocho civiles que viajaban en un minibús. En Samarra murieron un soldado iraquí y un civil debido a un tiroteo iniciado por las tropas de EEUU.