El ministro de Finanzas israelí, Binyamin Netanyahu, presentó ayer su dimisión al término de la reunión del Gobierno que aprobó cuáles serán las primeras colonias de Gaza en ser evacuadas. El gesto teatral de Netanyahu, que lleva oponiéndose desde hace meses al plan de evacuación sin llegar a presentar nunca su renuncia, no pretende frenar el desalojo de los asentamientos, sino fortalecer su posición dentro del Likud como principal adversario del primer ministro, Ariel Sharon.

"No voy a formar parte de un movimiento que ignora la realidad y lleva ciegamente a convertir la franja de Gaza en una base para el terrorismo islamista que amenazará al Estado", escribió Netanyahu en su carta manuscrita de renuncia del cargo, que dejó encima de la mesa del Consejo de Ministros tras la votación que pone en marcha la cuenta atrás hacia el desalojo de las colonias. A juicio del ministro dimisionario, la evacuación es "un paso irresponsable que pone en peligro la seguridad de Israel, divide a la población e instituye el retorno a las fronteras establecidas en 1967".

"ME QUEDO EN PAZ" Ya ante la prensa, el ya exministro de Finanzas admitió que su dimisión no detendrá el desalojo. "Por lo menos me quedo en paz conmigo mismo. Ahora puedo decir que yo no formo parte de todo esto", dijo el ya exministro, iniciando de esta forma la campaña para imponerse a Sharon en la lucha dentro del Likud. Sin duda contará con el apoyo del ala más derechista del partido, como prueba el hecho de que ayer el consejo Yesha, representantes de los colonos, elogiara la "responsabilidad" de la decisión de Netanyahu.

Poco antes de dimitir, Netanyahu y cuatro ministros más del Likud votaron en contra de empezar a aplicar el desalojo de las colonias el próximo 15 de agosto. El apoyo de los ministros del Partido Laborista permitió a Sharon sacar adelante la votación, que estableció que los primeros asentamientos desmantelados serán los más aislados: Netzarim, Kfar Darom y Morag.

NIÑO HERIDO La jornada también dejo violencia: las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa se atribuyeron el tiroteo de un coche de colonos cerca de Ramala, en el que un niño de 10 años resultó gravemente herido.