La Cámara de Representantes de EEUU afronta hoy el voto que decidirá si se aprueba la reforma sanitaria, la gran prioridad legislativa del presidente Barack Obama, tras un año de negociaciones.

"Está en sus manos.Es el momento de aprobar esto, en beneficio de EEUU", afirmó este sábado el presidente Barack Obama en su llamamiento final a los congresistas demócratas, con los que se reunió en el Capitolio.

Dado que la oposición republicana votará en bloque no, los demócratas debían buscar entre sus propias filas los 216 votos necesarios para aprobarla, algo que han estado haciendo hasta el último momento.

DOS HORAS DE DEBATE

Los congresistas votarán tras dos horas de debate dos proyectos de ley distintos. Uno es el que ya aprobó el Senado en diciembre, y que si recibe el visto bueno de la Cámara se trasladará a Obama para su firma y conversión en ley.

El segundo introduce una serie de enmiendas al primero, para hacerlo más del gusto de los congresistas. Si se aprueba, se trasladará al Senado, que según lo negociado entre los demócratas, lo aprobará sin cambios y de inmediato, a lo largo de esta semana.

Si la reforma queda finalmente aprobada representará un fuerte respaldo para Obama, que se ha apostado su prestigio político al éxito de la propuesta, pese a las recomendaciones de algunos de sus asesores más cercanos.

La oposición republicana tiene previsto votar no en bloque a la medida, que considera que agravará el fuerte déficit fiscal que padece Estados Unidos.

Sin embargo, un informe de la Oficina de Presupuestos del Congreso, el brazo auditor del Capitolio, apunta que la medida ahorrará 130.000 millones de dólares en sus primeros diez años y 1,2 billones en su segunda década.