Tras anunciar su nueva doctrina limitando el uso de armas nucleares y firmar con Rusia el tratado para reducir sus respectivos arsenales atómicos, Barack Obama vuelve ahora su atención y la de medio mundo a lo que define como "la más inmediata amenaza para la seguridad global": que material nuclear, no solo armas, caiga en manos de terroristas.

Obama ha logrado reunir hoy y mañana en Washington a 38 jefes de Estado y Gobierno, a representantes de otros nueve países, al secretario general de la ONU, al director del Organismo Internacional de Energía Atómica y al presidente del Consejo Europeo. Su objetivo es ambicioso: impulsar tanto los compromisos nacionales como los tratados internacionales para asegurar en un plazo de cuatro años todo el material nuclear.

Al menos 40 naciones acumulan material suficiente para construir 120.000 bombas atómicas, incluyendo 1.600 toneladas de uranio altamente enriquecido y 500 de uranio, según el Grupo de Trabajo de Materiales Fisibles. Sería suficiente conseguir 25 kilos de uranio para fabricar una bomba. Desde 1990 se han documentado al menos 18 intentos de robo de esos materiales, parte de ellos vinculados a Al Qaeda. Una de las principales preocupaciones es Pakistán, la potencia nuclear (no firmante del Tratado de No Proliferación) posiblemente más vulnerable a ataques de Al Qaeda y los talibanes y con un pobre historial en materia de seguridad. Fue un científico paquistaní, Abdul Qadeer Khan, quien facilitó tecnología nuclear a Irán y Corea del Norte. Si bien los programas de ambos países (no invitados a la cumbre) no están en la agenda de la reunión, serán tratados en las citas bilaterales que se celebrarán en Washington.

Lo que Obama trata de impulsar es el consenso internacional. El comunicado que se presentará mañana, según filtraciones, podría urgir a los países cuyos reactores nucleares funcionan con uranio altamente enriquecido a que introduzcan cambios tecnológicos que les permitan usar el de bajo enriquecimiento.

ESPAÑA COMO MODELO España participa, invitada por Obama, en la cumbre. Es un país sin armas nucleares, que ha prohibido su instalación, almacenaje e introducción en el territorio y ha ratificado todos los tratados en contra de la proliferación. Pues por todo esto, según el Ejecutivo, España se ha convertido en un "modelo para cualquier Gobierno", sobre todo en Latinoamérica, donde su capacidad de interlocución puede ayudar a algunos países a olvidar sus aspiraciones nucleares. José Luis Rodríguez Zapatero llegará esta tarde a Washington para participar en la cena, donde será uno de los "cuatro o cinco oradores".