El Ejército de Pakistán seguía ayer luchando contra más de 300 supuestos miembros de Al Qaeda en la región de Waziristán del sur, fronteriza con Afganistán, y entre los que está, según el Gobierno de Islamabad, el número dos de la red terrorista, Ayman al Zauahiri. Ni la Casa Blanca ni Kabul quisieron confirmar este extremo.

"Los tenemos rodeados y están tratando de romper el cordón militar", afirmó ayer el general pakistaní Shaukat Sultan. El militar explicó que Pakistán estaba utilizando una docena de helicópteros artillados y dos cazas. "Son entre 300 y 400 militantes", aseguró. Dijo que se trata de guerrilleros extranjeros y líderes tribales. La batalla, en la que el martes murieron 15 soldados pakistanís y 24 supuestos militantes, está teniendo lugar en un área de 10 kilómetros cuadrados cerca de Kalu Sha, a 15 kilómetros de Wana.

MIEDO A LAS BOMBAS Miles de personas de los pueblos de alrededor están abandonando sus casas. "Tenemos miedo de que nos bombardeen", dijo a la agencia Efe Alí sha Jan, que huía en un tractor con su familia. En las carreteras se podían ver los restos carbonizados de vehículos militares, algunos de los cuales todavía estaban ardiendo.

La captura de la mano derecha de Osama bin Laden supondría un espaldarazo para George Bush en su carrera por la reelección. No obstante, La Casa Blanca no quiso ayer lanzar las campanas al vuelo y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, afirmó que los servicios de espionaje de EEUU no tenían pruebas de que Al Zauahiri esté entre el grupo acorralado. "Debemos esperar", dijo Rice.

Un representante talibán, el mulá Obaidulla Ajund, declaró por teléfono a Reuters que en la zona no hay "ningún líder de Al Qaeda". Pero en un comunicado a la televisión Al Jazira, un portavoz talibán amenazó a las fuerzas de la coalición internacional si siguen atacando.